lunes, 6 de junio de 2016

Reseña: El silencio del bosque de Tana French






Título: El silencio del bosque (Serie Garda #1)
Autor: Tana French
Editorial: RBA
Num pags: 688

Sinopsis
Más allá de la urbanización está el bosque. Ese bosque oscuro y silencioso en el que los niños escapan para perseguir fantasmas, miedos y leyendas. Son sólo juegos. Hasta que no vuelven. La tarde del 14 de agosto de 1.984, tres niños de doce años, Jamie Rowan, Peter Savage y Adam Ryan, se adentraron en el bosque de Knocknaree, en las afueras de Dublín, nunca más salieron de él. Aunque la Policía encuentra esa misma noche a uno de ellos, Ryan, abrazado a un roble, con los zapatos llenos de sangre y un rostro de espanto, incapaz de recordar nada de las horas anteriores. Veinte años después, Ryan intentará definitivamente escapar de aquel bosque. Ahora se hace llamar Rob, es detective de Homicidios y sigue guardando con celo aquella pesadilla de la infancia. Hasta que encuentran el cuerpo de una niña de doce años asesinada en un escenario difícil de olvidar: el mismo bosque, el mismo terror, ninguna pista.



Opinión

Dentro de las ventajas del Reto Leyendo Irlanda, está la posibilidad de leer géneros variados.  Estos últimos días me apetecía leer novela negra y entre las lecturas estaba la serie Garda de Tana French.

El silencio del bosque es una novela de casi 700 páginas de narración detallada, que nos introduce en una trama y en un ambiente con gran acierto.  
La acción se desarrolla en un presente donde la desaparición de una niña de doce años hace que dos detectives se desplacen al lugar, pero uno de los detectives ha ocultado durante años que en 1984 fue víctima de un secuestro en ese mismo lugar, resultando desaparecidos dos amigos suyos.  Ahora esos acontecimientos vuelven poco a poco a su mente mezclándose con los hechos del presente.

Tana French nos presenta dos Dublín distintos unidos por la realidad que marcaba  1984, una época de cierta inocencia que dio lugar a otra época deprimida previa a los años de bonanza del llamado Tigre Celta (años noventa).

Una novela de ambientes y personajesUn pueblo pequeño, una urbanización cercada por un muro que da a un bosque donde los niños van a jugar, los adolescentes a beber y a meterse mano.  Un bosque donde en los años actuales una excavación arqueológica descubre un cuerpo...

La manera que tiene Tana French de introducirnos en ese bosque, en sus sombras, sus visitantes, las impresiones que este despierta en cada uno es estremecedora.  Este trozo de tierra que no significa lo mismo para todos los personajes y eso es fundamental en la trama, de ahí que no quiera desvelar mucho de este personaje fundamental.  Mejor hablaré de los demás.

Adam Ryan, vuelve a  Knocknaree veinte años tras su secuestro.  Ahora usa otro nombre distinto  al de aquel niño que todos conocían y se ha pulido para ser otra persona.  Del incidente no recuerda nada, pero las pesadillas han comenzado a acosarle.  Su carácter es complicado, le cuesta acercarse a los demás, es frío y no mantiene demasiadas relaciones ni de amistad ni amorosas.  Su trabajo es el centro y su compañera su cómplice. 
La autora ha creado un personaje complejo al que va desgranando a lo largo de la historia, se nos va presentando poco a poco y es él el que cuenta la historia desde sus recuerdos.  Es su visión y en ocasiones se pregunta si no la ha vestido demasiado complaciente consigo mismo, pero en esto no estoy convencida.
Es cierto que puede resultar lento el desarrollo, a veces tarda mucho en avanzar, se siente que damos vueltas en círculo una y otra vez.

Cassie Maddox es la compañera de Ryan.  Joven policía, es la única que sabe el pasado de este y le cubre ante sus superiores. Se complementan a la perfección y ambos sienten gran pasión por lo que hacen. Cassie sabe lo que es guardar secretos y las pesadillas la acosan de vez en cuando, por lo que ambos han hecho una especie de rutina de apoyo.
Estos dos personajes son el núcleo alrededor del cual desfilarán una serie de personajes que serán el reflejo de una sociedad.

Katy, la niña muerta, quería ser bailarina y se estaba preparando para ello.  Su vida familiar no era aparentemente fácil.  Tenía dos hermanas, una gemela y otra mayor, ambas de personalidades complicadas. Su padre y su madre estaban destrozados, parecían un matrimonio normal de clase baja.  Ninguno de los dos recordaba a Ryan, al igual que el resto de  gente de la urbanización.  

El personal de la excavación, un grupo peculiar que dará mucho trabajo a los detectives y que a la vez luchan por la no creación de una autopista. 
Pero pronto la pareja de policías empezaron a encontrar cosas y se dieron cuenta de que el pasado  y el presente no estaba tan separado  y que aquellos a los que él conoció de pequeño habían conocido destinos dispares.

Mientras la investigación avanzaba pequeños sueños y recuerdos atormentaban a Ryan haciendo que todo se volviera mas confuso aun en su mente.  Pruebas del antiguo caso comenzaron a aparecer y la tensión aumentaba.

La autora ha creado un retrato de un barrio venido a menos desde los ochenta hasta principios del siglo XX y como eso afecta a sus habitantes.
Ha retratado con destreza sueños truncados, decadencia en rostros hermosos, matrimonios monótonos…vemos como aquellos adolescentes rebeldes se tornan en hombres sombríos, como nada es como lo recordábamos.

En cuanto a la trama, como ya he dicho de desarrollo lento, no me ha sorprendido.  He de decir que me esperaba al culpable desde bastante pronto, pero si me ha gustado el desenlace por realista, aunque sea descorazonador.



El silencio del bosque no es un libro alegre, es oscuro, con momentos esporádicos de luzY aunque su narración atrapa,  no tiene giros llamativos en cuanto acción se refiere, pero si a trama.  Por esto,  no me permitía dejar de leer, quería saber qué pasaba por la mente de Ryan, que ocurría con su caso pasado, cuándo cogerían a mi culpable (si había acertado)…

En definitiva, un libro de una calidad narrativa sin pegas, de personajes y ambientesUna novela para amantes del género que no busquen acción a cada dos páginas.

Estantes de papel