lunes, 5 de septiembre de 2016

Reseña: Nadie como tú de Anna Casanovas






Título: Nadie como tú (1º  serie Hermanos Martí)
Autor: Anna Casanovas
Editorial: Esencia
Num pags: 368
Género: Romántica actual

Sinopsis
Ágata Martí tiene veintiséis años, un trabajo mal pagado y vive sola en un apartamento en Barcelona. Una mañana de invierno, se da cuenta de que ha llegado el momento de replantearse su vida, y decide irse a trabajar a Londres. Allí se reencontrará con Gabriel, el mejor amigo de su hermano, quien la acoge en su casa y le da un empleo en el periódico en el que él trabaja. Ágata y Gabriel se dan cuenta de que trece años después, las cosas no han cambiado entre ellos. Para ella nunca ha habido nadie  como Gabriel, el chico que la besó por primera vez. Para él nunca ha habido nadie como Ágata, la única chica capaz de llegarle al alma… No obstante, Gabriel no confía en el amor y Ágata no está dispuesta a conformarse con menos.


Opinión

Leí este libro como parte del Tag Libros Encadenados (entrada aquí ) y además, como es normal en mi, aunque ya he leído libros de esta serie, lo he hecho de forma desordenada de tal modo que este que es el primero, me faltaba.  Así que, esta ha sido la oportunidad perfecta para ponerle remedio.



El que esta sea una de las primeras novelas de la autora se nota bastante una vez has leído trabajos posteriores, pero lo que no se puede negar es que desde un principio tenía una gran base narrativa y una manera de enganchar al lector indudable.

Nadie como tú plantea una historia dulce por los personajes y por su manera de llevar su historia,  pero  también dura, por esos pasajes que la autora nos deja ver sin regodearse en ellos (cosa que le agradezco).  Sin embargo, también adolece de cierta falta de consistencia en personajes y en la resolución final tan rápida y complaciente,  sobre todo tras un momento tenso entre ambos protagonistas. 

En un banco de
Hyde Park
Ágata y Gabriel son dos personajes que se conocen desde hace ya muchos años.  Él es amigo del hermano de ella y ha estado en su casa mas horas que en la suya propia.  La vida ha hecho que en los últimos años no se vieran demasiado, acercándose cada uno a la treintena y teniendo vidas amorosas con distintas suertes.  Ágata ha visto como su última relación acababa en llanto y Gabriel no cree en el amor debido al ejemplo que le dieron sus padres.

Es ahora, cuando ella decide empezar una nueva vida en Londres, cuando se reencuentran al residir él allí y responder a la petición de ayuda de su amigo.  El encuentro no puede ser mas inesperado y a la vez sorprendente para ambos, despertando sentimientos que ninguno creía tener, o que estaban dormidos.

Son dos personajes que sienten muchas cosas que no se atreven a admitir casi desde el primer momento que se ven y que son una prolongación de lo que sintieron siento adolescentes.

Pero esta novela no es solo una historia de amor,  Anna nos habla también de la confianza en el otro, no solo en la pareja, también en los amigos, de lo importante que es una familia a la hora de nuestra visión de la vida y del daño que hace un modelo sin amor.

Sin embargo, tenemos algunos personajes prototipos,  Gabriel puede resultar un personaje un tanto típico, ya que no cree en el amor, viene de una familia con un gran conflicto y todo eso le duele.  Y es aquí, donde se nota bastante que es uno de los primeros trabajos de la autora, sin embargo, no deja de resultar un personaje adorable y coherente en su desarrollo, incluso en el motivo del conflicto final de la pareja y que al lector dan ganas de matar al personaje y a la autora.  Lo mismo sucede con Ágata, aunque esta, menos mal, reacciona con carácter cuando debe.

Anna nos regala a algunos secundarios que merecen mucho la pena, como la abuela de Gabriel y el jefe de este.  De Guillermo, el hermano de Ágata, conocemos mas en un libro posterior, pero ya hace que el lector se quede intrigado.

Como siempre me ocurre con esta autora, sus novelas consiguen que pase un rato agradable olvidando los pequeños peros que pueda encontrar, mientras conozco a personajes que me llevan de la manos a sus pequeñas historias, mientras me olvido por un momento hasta del calor que hace estos días por aquí.

De nuevo, mas que recomendable.

Estantes de papel